En el tratamiento de  la insuficiencia cardíaca en los diabéticos debe evitarse el empleo de aquellos medicamentos que alteran el metabolismo hidrocarbonado. En este sentido, las tiazidas no deben ser utilizadas.

Existe  cierta reticencia acerca de la utilización de betabloqueantes en los pacientes diabéticos con insuficiencia cardíaca. Pero esta posición está cuestionada porque en ninguno de los estudios  llevados a cabo con betabloqueantes se ha visto que los diabéticos tuvieran mayor riesgo que los pacientes no diabéticos.

El  reparo respecto del uso de betabloqueantes cardioselectivos en pacientes diabéticos, existe en todo caso por que sus propiedades vasodilatadoras pueden asociarse con aumentar el flujo muscular y disminuir, de esta manera, la resistencia a la insulina.