Muchas mujeres padecen diabetes gestacional durante sus embarazos. La misma está caraterizada por un elevado nivel de azúcar en sangre; condición médica causada cuando su organismo no puede producir la suficiente cantidad de insulina, evitando que el mismo procese y digiera los alimentos apropiadamente.

La insulina es una hormona producida por el páncreas que permite que las células transformen el azúcar en energía, o en combustible que pueda ser utilizado por el organismo.

Si padeciera de diabetes gestacional y la misma no fuera tratada, podría poner en peligro la salud de su bebé. Si la diabetes estuviera fuera de control, su bebé podría llegar a crecer exageradamente, lo cual con el paso del tiempo podría devenir en dificultades cuando llegara el momento del parto, o incluso en la necesidad de tener que someterse a una cesárea. Por supuesto, hay muchas personas que creen que los bebés de mucho peso son más propensos a ser obesos cuando lleguen a la adolescencia o a la adultez.

Las mujeres que padecen de diabetes gestacional -por lo general- son sometidas a chequeos médicos rutinarios cuando llegan a la semana 28 de sus embarazos; ya que este es el momento en el que la placenta comienza a producir grandes cantidades de hormonas que podrían causar una resistencia insulínica.