La también llamada artropatía neuropática se produce cuando se destruye  una articulación debido a la neuropatía causada por la diabetes. Este tipo de cuadro  se presenta con más frecuencia en los pies.

En un caso típico de articulación de Charcot, el pie se deforma debido a  una dislocación provocada por la perdida de la mayor parte de sensibilidad en la extremidad  y la perdida de capacidad de los músculos para sostener la articulación de manera apropiada.

Producto del  proceso de  inflamación y desgaste que conlleva  la dislocación,  la estructura ósea del pie sufre un colapso. Con el tiempo, el pie se cura solo, pero debido a la destrucción del hueso, el pie curado se transforma en un pie deforme.

Las personas en riesgo de padecer un cuadro de articulación de Charcot son aquellas que ya padecen neuropatía. Deben estar alertas para detectar síntomas como hinchazón, enrojecimiento, calor, latidos fuertes e insensibilidad en el pie. El tratamiento temprano puede detener la destrucción del hueso y ayudar con la curación.